La verdura ecológica es especialmente rica en agua, hidratos de carbono (no todas) y fibra. Aportan poquísima grasa y nada de colesterol. Los vegetales aportan una cantidad pequeña de proteína de menor contenido en aminoácidos que la animal, pero muy recomendable. También aportan todos los minerales y vitaminas. Las vitaminas liposolubles más apreciables son la E, la K y los carotenos.
Los vegetales como las lentejas, la patata, el trigo o el maíz contienen sus hidratos de carbono en forma de almidón, un polisacárido compuesto de moléculas de glucosa. El 90-96% de las verduras es agua, por ello las calorías que proporcionan son muy pocas.
En el caso de verduras que han sido cultivadas con la agricultura convencional con productos químicos, su contenido en agua es mayor, perjudicando el contenido en nutrientes de la verdura.
No ocurre esto en el caso de la verdura ecológica, dónde el agua que contienen ha sido captada de modo natural, y no por la presencia en el medio de hormonas vegetales o abonos químicos.
Para tener una dieta saludable y balanceada, se recomienda tomar cada día un buen plato de verdura ecológica y en general gran cantidad de vegetales, poco cocinados, crudos o en ensalada según la mejor y más saludable manera de comer.
Las propiedades de las verduras se pierden muy rápido con el calor, así que lo mejor sería comerlas crudas. Si no es posible, vapor, hervir o freír son los métodos más adecuados de mejor a peor respectivamente. También es recomendable pelar ciertos vegetales, verduras y frutas antes de comerlos ya sean crudos o cocinados debido a que la piel resulta a muchas personas indigesta como es el caso del tomate o el pimiento.