A partir de una selección de la producción de viñas certificadas como ecológicas se obtienen los vinos que tras su proceso de elaboración y un riguroso análisis químico que confirma su naturaleza ecológica es embotellado y certificado también de ecológico por una Denominación de Origen correspondiente. También, la etiqueta verde ecológica marcada con “producto ecológico” de la Unión Europea, certifica que el producto se somete a través de los niveles de elaboración y comercialización a un sistema que garantiza la autenticidad del vino ecológico (orgánico, bio o biológico). Todo esto se realiza con el fin de evitar fraudes, - falsos bio - y dar la tranquilidad al consumidor que al comprar vinos ecológicos realmente lo son.
Los vinos ecológicos poseen por tanto unos rigurosos controles para su certificación en cuanto a la producción, elaboración y origen, teniendo ferias específicas por todo el mundo donde compiten, se muestran y catan los mejores vinos ecológicos, bio, biológico u orgánico. También es necesario que el suelo, la vid y la uva, no hayan sido tratados con pesticidas, abonos inorgánicos o tratamientos genéticos. En definitiva, unas prácticas vitivinícolas ecológicas van a proporcionar un vino como el que bebían los romanos 2000 años atrás en ciudades como Imperial Tarraco o Emerita Augusta.
Los vinos ecológicos nacieron en Alemania y se extiendieron al resto de Europa. España es el mayor productor de vino ecológico del mundo con más de 113.000 hectáreas de viñedo certificado y más de 1.000 bodegas que elaboran vinos bio.
Un producto con importante auge es el vinagre ecológico de vino, el cual procede de la fermentación acética del alcohol, con una concentración de entre 3% al 5% de ácido acético de ahí su sabor y olor característico en el que además podemos encontrar pequeñas cantidades de ácido tartárico y ácido cítrico.
En el sector de las bebidas ecológicas también caben destacar otros productos de igual calidad y provistos de certificación. La mayoría de ellos solo se pueden comprar en tiendas especializadas aunque cada día aparecen nuevos productos ecológicos en las estanterías de los supermercados. La leche ecológica, los zumos ecológicos, siropes, bebidas de soja, la cerveza ecológica o los aceites de oliva y girasol.
Un caso de zumos de frutas con mucho éxito es el zumo de noni orgánico, el cual posee muchas y beneficiosas propiedades para la salud y que podemos encontrar en tiendas especializadas. Las bebidas elaboradas a partir de frutos secos o semillas son una excelente alternativa para las personas que no pueden tomar leche. Los aceites, en especial, el aceite de oliva ecológico es un producto cargado de magníficas propiedades para la salud y que se puede comprar en muchos supermercados.
La cerveza es un producto de gran consumo en todo el mundo y también se ha sumado a la lista de productos ecológicos. Un caso de esto fue la cerveza San Miguel en Málaga, España, la cual apostó por elaborar una cerveza ecológica certificada, si bien se vio obligada a importar la cebada y el lúpulo para su elaboración ya que no se encontraron estos productos en el país.
Las bebidas con probióticos son otro sector en auge ante la demanda cada vez mayor de todo tipo de bebidas que sean beneficiosas para el organismo y que aporten una mejor salud. Y un ejemplo de esto es son los productos probióticos de Prokey.